(Verso 1) El amor, un bálsamo, calmo la ansiedad, pero su vida hecha, una cruda realidad. Me aferré con fuerza, queriendo forzar, un amor imposible, que no iba a encajar. Como zapatos nuevos, que aprietan sin piedad, intenté cambiarla, una vana ansiedad. (Verso 2) Su vida ya trazada, un camino distinto, y yo queriendo imponer, mi propio laberinto. La ilusión me cegó, no quise ver la verdad, que su corazón, a otro lugar quería llegar. Me aferré a un sueño, que nunca floreció, y en el intento, mi alma se quebró. (Verso 3) Entendí al final, que el amor no se exige, que forzar el destino, solo aflige. Aprendí a soltar, a dejarla volar, aunque el dolor me invada, y me haga llorar. A veces, lo que amamos, debemos dejar ir, y aceptar que el amor, no siempre es un vivir.(Verso 1) La mente divaga, el esfuerzo se esfuma, "Un pase más", la voz interna retumba. "Te lo mereces", susurra la tentación, "Nuevas ideas", falsa inspiración. La noche cae, borracho y fatal, mi esposa enfurece, un huracán verbal. Mota, alcohol, el hedor del fracaso, sin un centavo, el infierno en cada paso. Golpes, manotazos, la escena estalla, el principio de cien peleas, la vida que falla. (Verso 2) Patrullas, sangre, lágrimas y dolor, cinco años de infierno, sin ningún pudor. "¿Ocupas ayuda?", la oferta en la esquina, "Nel, yo puedo", la mentira que lastima. "Morro, estás detenido, necesitas un abogado", narcomenudeo, fraude, el destino marcado. Violencia familiar, el pinto en el horizonte, seis años mínimo, la ley que no perdona. Un ángel baja, la fianza aparece, mi hermano de sangre, el que me ofrece. Cien bolas pagó, mi deuda saldó, "No se awite, morro", la vida que me salvó. (Verso 3) Mi vida gira, trescientos sesenta grados, agradecido con mi carnal, sin disfraz ni agrado. Diez años después, su funeral, la ironía, confundido y solo, la vida que me espía. Mis hijas crecidas, el tiempo que vuela, pasé por todo, nada me consuela. La calle me llama, la tentación persiste, pero por mis hijas, mi alma resiste. Trabajo duro, cada día una batalla, para que no les falte, aunque la vida estalla. Dos hijas ahora, mi razón de ser, por ellas lucho, hasta el amanecer. La vida golpea, pero me levanto una vez más, por mis princesasIntro) Año 91, abril llegó, Un genio nació, nadie lo vio. Jesús Ke, no es el de la cruz, Es un compa de barrio, con mucha luz. (Verso 1) Macías López, cuarto hijo, A los 6, un niño sencillo. Sin poderes, sin nada especial, Pero un cerebro, fenomenal. 187 de IQ, desperdiciado, Arreando ganado, marginado. A los 9, birriero ayudante, A los 11, tornero constante. (Coro) Jesús Ke, el genio olvidado, En trabajos duros, siempre aplicado. De ayudante a encargado, un salto audaz, Pero la traición, llegó fugaz. (Verso 2) A los 14, fábrica a su cargo, Llave en mano, un éxito largo. Pero dos amigos, lobos disfrazados, En su flota, secretos guardados. Fumando piedra, la trampa tendieron, Báscula y feria, le escondieron.